“La gente se pregunta qué es el grotesco. La puta vida es el grotesco” dice, en soledad, una de las tres señoras con las que se encuentra la joven recién llegada a la capital. En las modalidades artísticas, la mezcla entre lo trágico y lo cómico, la deformación, la risa que se desliza del humor al terror, la ridiculización de determinados grupos sociales: todo eso es el grotesco.
Mediante muchos de estos elementos, En la piel se burla del melodrama tradicional para evocar a la máscara social, irónica y paradójica, que se construye en distintos vínculos humanos. Elige como temática principal la relación de tres señoras con una empleada doméstica que tiene otras ambiciones más que trabajar ahí, y en base a eso teje un ambiente de maltrato que ronda la exageración y animalización de personajes.
La amplificación y exageración de pobrezas humanas es, aquí, un modo de compatibilizar el melodrama costumbrista con la hipocresía característica de diferentes estratos sociales. El grotesco es el sometimiento, es la explotación laboral, es la desigualdad proclamada. Y eso forma parte de nuestra normalidad no ficcional. Por eso el grotesco es arte.
Contexto: Funciones los viernes 22.45 h en Teatro La Carpintería (Jean Jaures 858), Capital Federal, Buenos Aires, Argentina. Comprá las entradas acá.
Carla Bleiz