¿Qué o quién convierte a una persona en “alguien”? ¿Quién establece ese juicio? ¿Para quién importa la construcción del ser “alguien”? ¿Existe ser “nadie”?
Hidalgo se y nos hace muchas preguntas: en principio, quién fue el poeta gauchesco uruguayo y amigo de José Artigas, Bartolomé Hidalgo. Y eso siempre me gusta, tener que salir del cuadrado escenográfico y empezar a googlear.
“Es más difícil ser nadie que ser alguien”, dice Victor. Y tras eso me surgen dudas sobre ante quién estamos construyendo esa imagen de nosotros como “alguien” o como “nadie”, quién es ese gran monstruo que delimita una cosa de la otra. O más bien, dónde está ese gran monstruo, y en qué ideas pensamos cuando se nos vienen esos ser “alguien” o ser “nadie” sin matices, sin términos medios, sin intervalos.
Hidalgo usa recursos que le sacan el dramatismo a cuestiones tan complejas como la dificultad para sentirse parte de un espacio —no sólo físico— y no poder ocuparlo. Vira con dulzura a la transformación total de los personajes y deja, otra vez, miles de preguntas latiendo. En algún momento, irse o quedarse, existir o reinventarse, ya no siguieron siendo lo mismo.
Carla Bleiz