No creo que el proyecto de felicidad sea plena felicidad. Aunque tampoco sé qué es la plena felicidad y no me voy a poner a filosofar porque eso fue y es objeto de estudio permanente. Lo que la obra propone sobre esto es pensarnos en una relación amorosa real, con todas sus imperfecciones y ligerezas, abundancias y detonaciones.
Ring ironiza lugares comunes en los vínculos de pareja, retrata situaciones de encuentros y desencuentros, y se hace preguntas existenciales sobre estereotipos de relación. En definitiva, grafica con humor la diversidad de historias y amores como familias que mienten mostrando un modelo ideal.
Mediante recursos escenográficos diversos —proyecciones, movimiento de mobiliario, desplazamiento de lugares donde transcurre la acción— se indaga sobre la inteligibilidad de la felicidad: esos planes que traen satisfacción sólo por ser planes, que tienen su razón de ser en la potencialidad, en lo que van a ser, pero no en lo que son. Por eso Arielle prefiere “lo que es hermoso un instante y luego marchita”, y pone flores naturales en vez de las de plástico.
Contexto: 12 únicas funciones los sábados 20.30 h. y martes 21.30 h. en marzo y martes 21.30 h. en abril, en El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034, C.A.B.A.). Entradas acá.
Carla Bleiz
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