El concepto site- specific, que aparece en la década de los 70 como manera de pensar múltiples expresiones artísticas, convierte a todo el teatro en puro espacio escénico, no queda nada afuera. Porque, en definitiva, en una obra de este tipo no hay un afuera y adentro. Las acciones, las actrices y los actores, las luces, el sonido, atraviesan todo el lugar. Incluso, hasta el público tiene que moverse buscando estar cerca de eso que sucede. No hay nada para perderse.
Todo eso y más me pasó cuando vi El fin en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Dentro de la buena utilización del espacio y del clima que genera durante toda la obra, aprovecha todos los elementos del espacio, incluida la conexión con el exterior. La vista hacia afuera, la vereda y hasta la avenida Corrientes se tornan un espacio teatral que involucran a los y las transeúntes. Todo es parte de una misma historia y se desenvuelve de forma súper natural.
¿Qué tiene de particular el arte site- specific?
Lo principal es que el lugar influye directamente en la estructuración, planificación y creación del producto, sea teatro, danza u cualquier otra expresión artística. Pone tanto a los intérpretes como a los espectadores en situación de vivenciar una propuesta escénica que se sucede tanto en espacios públicos como íntimos o domésticos. Eso permite vincularnos con las situaciones cotidianas de los diferentes espacios elegidos superpuestas a lo ficcional.
¿Vieron algo de este tipo? L@s leo 🚶🏾