Siempre que salgo de ver una obra me desafío a definirla con una palabra que después me permita ampliar y complejizar el panorama.La que me trajo Campo minado fue heterogeneidad. Pero ¿heterogeneidad de qué?, ¿qué es lo heterogéneo?, ¿cómo funciona la heterogeneidad en escena?
Sentí heterogeneidad de recursos escénicos, de personas, de realidades, de nacionalidades, de puntos de vista. Y eso siempre hace más rico lo que vemos.
Campo minado es una obra sobre la Guerra de las Malvinas, que poco tiene de ficción y mucho de primera persona: todos los actores en escena fueron parte, de uno u otro bando, de ese hecho histórico. Ahí, la heterogeneidad funciona para hacer más diversos y elaborados los planteos y miradas de la guerra.
El proyecto es movilizante por donde se lo vea, con recursos que de a poco apartan la razón de todo lo demás. L@s que estábamos sentad@s en cada butaca salimos mucho más transformad@s que de cualquier obra: no sólo porque se trata de personas reales que participaron del acontecimiento bélico real que se cuenta, sino también por esa complejidad propia de la heterogeneidad que abre aristas tan pequeñas y profundas.
Aplausos gigantes para todo eso.
Carla Bleiz
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