Tebas Land destella texturas y formas que sacuden el concepto de teatralidad y la vuelven una pieza maravillosa.
La obra manipula el parricidio desde varias instancias de representación: una enunciación explícita de que es una obra de teatro, la ficcionalización de cómo fue construida, y el acontecer teatral que envuelve a todo eso. Es como si jugara a percibirse dentro y fuera del acto de enunciación a cada momento.
Es un desdoblamiento de tiempo; un transcurrir de momentos del pasado y del presente, teatrales y extrateatrales bajo la órbita de una esfera mayor: la representación a la que estamos asistiendo en Timbre 4. Es como una mamushka perturbadora y adrenalínica.
Para reforzar esa esquizofrenia escénica, se utilizan recursos que trascienden la representación propia del teatro, como la cámara en mano y la ruptura, de a ratos, con la cuarta pared. E Incluso en Martín, preso por matar a su padre, está la pregunta por la construcción de un personaje: “Si vos decís que yo no soy yo, y lo que hablo lo a vas a cambiar, ¿cómo es eso?”. Tebas Land armoniza todos los elementos para, además de perturbar la respiración de quien la ve, poner en cuestión a la propia actividad artística.
Contexto: Funciones los viernes a las 20.45 h y los domingos a las 19.15 h en Timbre 4 (Mexico 3554, C.A.B.A.). Entradas acá.
Carla Bleiz
Hola Carla, te invito a seguir mi blog sobre cine y teatro. Coincido plenamente con tu mirada de Tebas… también escribí sobre ella en mi blog y en Chapeau Argentina, donde también escribo. Saludos!!!
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