“¿Quién hubiese sido si no fuera la persona que soy?”, se pregunta uno de los empleados en escena. Esa interrogación se refiere, quizás, a eso que soy cuando no hago algo por obligación, o por necesidad, o por inercia, o por inseguridad propia, o por negación, o por costumbre, o por todo eso que sufren hombres y mujeres todos los días al hacer trabajos que no les gustan.
En Empleados se paraliza el tiempo para pensar en cada día que no sentimos haber elegido; en la persona que sería si realmente hubiese elegido y estuviera eligiendo en cada porción de mi vida. Cuando no se cuestiona, el valor de la elección se tiñe de rutina, de recorridos predefinidos, de certidumbres. Y eso nos quita la sensibilidad de experimentar un día que estamos construyendo por primera y única vez.
Disfruto de esas obras que hacen reír por la misma desgracia humana; por el preguntarse algo de lo que hacemos todos los días sin pensar, o quizás pensándolo demasiado. En nuestro teatro argentino están ocurriendo cosas invaluables. Elijamos estar siempre ahí.
Contexto: Funciones los sábados 23.30 h en el Teatro Del Abasto (Humahuaca 3549, C.A.B.A, Argentina). Conseguí las entradas online.
Carla Bleiz