Vale la (no) pena empezar con esta cita de la sinopsis de la obra:
“Aquiles es un treintañero punk hiper neurótico en crisis y acaba de descubrir que el rock le súper mintió:
No tiene novias.
No tiene amigos.
No tiene plata.
No tiene fama
No tiene nada”.
Harrrmoso, independientemente de que seamos punk o nos guste el rock. Todxs lo vivimos de alguna forma desde bien cerca.
Antisocial es una risa constante que nos regaló el under y poco a poco se va esparciendo. La mejor forma de verla es ir con ganas de bizarrear y cuestionar(se) junto a ese mundo resacoso que quedó entre varias ilusiones de futuro dorado y sueño americano. Si bien puede parecer introspectiva y subjetivista, se puede vincular con un sistema de expectativas y construcciones en torno a un grupo social determinado: los rockers exitosos que «lo tienen todo». ¿Qué es lo que tienen? ¿Qué es lo que no tienen? ¿Qué quieren no tener más y qué quieren poder tener? En ese contexto, todo lo que pasa es síntoma de otra coyuntura mayor que se deja a la vista e interpela todo el tiempo.
Originalmente, la obra se escribió para Kula Studios, un club de copas a puertas cerradas en San Telmo, con contraseña. A fines de 2017 el lugar les quedó chico y Antisocial tuvo que salir a buscar nuevos escenarios, con más espacio. Se empezaron a mover como una banda de rock, con fechas itinerantes por Capital, GBA y Rosario. Y la siguen rompiendo. Vayan a verla 💣.
Cultura sin spoilers 